viernes, 5 de abril de 2013

Otro hombre de paja


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El p. Iraburu arremete en una segunda entrega contra algunos medios tradicionales, después de la respuesta de Antonio Caponnetto. El artículo contiene muchos elementos para analizar y contrastar.
Dice Iraburu: “Si un hereje es elegido Papa, la elección es inválida, absolutamente nula: no es un Papa hereje, sino sencillamente no es el Papa”. Y más adelante, completa su pensamiento: “Si alguien niega o pone en duda la ortodoxia de un Cardenal que ha sido elegido Papa, niega o pone en duda la validez de su elección y entronización en la Sede Romana.”
Hay aquí dos aporías que queremos señalar:
1. La herejía. Alguna vez publicamos en nuestra bitácora una entrada sobre la torquemaditis que llama herejía a cualquier heterodoxia sin tomar en cuenta requisitos imprescindibles. 
Parece que algunos se imaginan a Dios como un juez obsesivo y sádico, que disfruta cada vez que un heterodoxo cae en la herejía, y conciben al Derecho Canónico como una máquina que expulsa herejes de la Iglesia. Olvidan que la salvación de las almas es la ley suprema y que la pena canónica tiene un fin medicinal antes que retributivo.
Recordemos que el hereje no rechaza totalmente la fe cristiana; sino que, permaneciendo cristiano, niega alguna verdad de fe divina y católica; en particular el hereje conserva, al menos, la fe en la divinidad y humanidad de Jesús. La noción de herejía viene expuesta en el canon 751 (CIC, 1983) al decir que se trata de la negación o duda pertinaz de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica por parte de un bautizado. En el c. 750 se indica cuáles sean las verdades de fe divina y católica.
Nos encontramos ante un requisito esencial para que pueda hablarse de herejía: la verdad negada o puesta en duda debe ser de fe divina y católica. Porque que “se aparta uno de la unidad de la Iglesia, ab Ecclesiae unitate deficere, por la herejía, y no por un error de menor gravedad” (Cfr.  Thils, G. La infalibilidad pontificia, Sal Terrae: Santander, 1972. Ps. 310-313). Es que así como existe una jerarquía de las verdades de fe expresadas en ciertas notas, también se dan diferentes censuras para designar el carácter heterodoxo de una proposición. La heterodoxia puede expresarse de muchas formas que no configuran herejía, a saber: próxima a la herejía (se opone a una sentencia próxima a la fe), con resabios de herejía o sospechosa de herejía, errónea (contraria a una verdad no revelada, pero conexa con la revelación y definitoriamente propuesta por el magisterio eclesiástico [error in fide eclesiástica]) o bien contraria a una doctrina reconocida generalmente como cierta por los teólogos [error theologicus], falsa (contraria a un hecho dogmático), temeraria (sin fundamento en la doctrina universal), ofensiva a los piadosos oídos (lastima el sentimiento religioso), malsonante (con expresiones equívocas), capciosa (insidiosa por su pretendida ambigüedad), escandalosa (que es ocasión de escándalo).
Por tanto, ¿qué decir de una heterodoxia que no afecta a una verdad de fe divina y católica? Que no es herejía, aunque sea un error menos grave.
Ahora bien, supuesto que una opinión heterodoxa negase una doctrina definida, no bastaría con ello para que estemos ante una herejía. Porque la negación puede deberse a un simple olvido, a ignorancia o inadvertencia, y entonces estamos frente a una herejía material, que no es culpable. Sólo una vez que ha mediado amonestación de parte la autoridad, si el hereje material persiste en su error, hay plena certeza jurídica de que se convierte en hereje formal. La contumacia es elemento constitutivo de la herejía como pecado y como delito.
Además, para que la proposición herética sea delito, la acción externa debe ser gravemente imputable. La gravedad de la imputabilidad se refiere ante todo al aspecto moral y también al legal penal. Donde falte la gravedad moral, falta también un presupuesto esencial para la constitución del delito. Donde no haya pecado grave no puede existir delito; si bien no siempre que se haya cometido pecado grave habrá necesariamente delito.
¿Qué pensar, por tanto, de quien dice una herejía sin contumacia? Que no es hereje formal.
Visto que no todo error es herejía, sino sólo el que cumple con muy estrictos requisitos objetivos y subjetivos, debemos señalar ahora un elemento de hecho que complica más el asunto. En efecto, quien tenga un poco de experiencia judicial conoce la enorme dificultad que hay para probar ciertos delitos. Algo análogo hay que decir del delito de herejía en sede canónica.
Los críticos del cardenal Jorge Bergoglio le han hecho acusaciones diversas. Pero no conocemos a ninguno que lo haya acusado de herejía formal y que haya ofrecido pruebas suficientes. Va de suyo, además, que todo acusado de delito tiene derecho a la defensa.
2. Validez de la elección del Papa Francisco. Si no cualquier heterodoxia configura herejía, si la herejía debe ser formal y su prueba es cosa harto difícil; si, por consiguiente, es falso que quien niega o pone en duda la ortodoxia de un cardenal lo considera hereje; para cuestionar la validez de la elección y entronización de un Papa también hace falta probar supuestos muy importantes.
Puede ser elegido Papa todo aquel que no sea incapaz. Es capaz, cualquier varón, bautizado, católico y con el uso de razón necesario para aceptar la elección y ejercer jurisdicción. Por el contrario, son incapaces las mujeres, los herejes y cismáticos, y los carentes del uso de la razón.
Además, como la Iglesia posee una larga experiencia histórica en cónclaves conflictivos, el Derecho ha limitado los motivos por los cuales se puede cuestionar un cónclave. Lo explica bien un canonista actual: “Para evitar incertidumbres y otros graves inconvenientes, los requisitos de validez del voto [en un Cónclave] están reducidos al mínimo: basta que el procedimiento sea secreto y dado con consentimiento naturalmente suficiente; por lo tanto, no lo hacen nulo el error, el miedo o la simonía” (Cfr. Hervada, J. Elementos de derecho constitucional canónico, 2ª ed., Eunsa: Pamplona, p. 268).
¿Cómo puede decir Iraburu que la eventual elección de un heterodoxo “…viene a ser como la nulidad de un matrimonio en el que… hay en el contrato sacramental un ´error in persona´ de tal magnitud, que por sí mismo hace nulo e inválido ese matrimonio”? No hay nulidad del voto en un cónclave por error asimilable al que vicia el consentimiento matrimonial. De manera que una de dos: o se trata de un hereje formal, incapaz de ser elegido Papa mientras se mantenga en su pertinacia, lo que supone que ha sido sentenciado o declarado tal antes de la elección (censuras que, además, se suspenden en el caso de un cardenal elector); o se trata de una elección válida, que no puede cuestionarse por error de los electores sobre las cualidades personales del electo. 
En conclusión, si alguien niega o pone en duda la ortodoxia de un Cardenal que ha sido elegido Papa, de ello no se sigue que niegue o ponga en duda la validez de su elección. Para llegar a esta conclusión hacen falta varios pasos lógicos que Iraburu se ha saltado olímpicamente. Se ha creado un “hombre de paja”, el “fantasmón sedevacantista”, tal vez con la finalidad de asustar a la gran parroquia de la ortodoxia infantil. Lamentablemente, los problemas complejos no tiene soluciones simplistas, que suelen no ser más que la negación de los problemas.

46 comentarios:

Anónimo dijo...

También es evidente que sobre los últimos tiempos solo leyó de Castellani el libro que cita, donde el cura argentino no afirma que la Fiera de la Tierra será el Papa. Lo que no dice el P. Iraburu es que en otros textos, en forma dispersa, Castellani lo tiene por posible. Como lo tuvo por posible Hugo Wast en su novela, la que a Castellani le gustaba mucho (aunque menos que la de Benson que él mismo tradujo y donde la Fiera de la Tierra era un obispo, pero, si prefería la de Benson no era por este detalle que nunca le preocupó por ser ambas posibilidad viables, sino porque como obra de arte es objetivamente superior).

Walter E. Kurtz dijo...

Lo de Iraburu ya es patológico. Además de dogmatizar cuestiones opinables, llevando su argumento no demmasiado lejos queda el saldo de, al menos, cinco Papas que, repentinamente, han sido deslegitimados por el cura navarro. Y, sin ir más lejos, hasta San Pedro cae en la volteada.

Pero, además, en su último párrafo, borra con el codo lo que escribió con la mano. Viene a decir, sintéticamente, que todo lo dicho en los párrafos precedentes es un imposible, por lo que, de repente, tenemos en Info-católica a un aberroísta que sostiene la teoría de la doble verdad.

Miles Dei dijo...

En el caso del demonio encarnado hecho Papa, la verdadera esperanza, e incluso la suplencia, está en Cristo, pero no por ello se monta un cisma. Santa Catalina de Siena misma niega en sus citas las afirmaciones de Iraburu cuando cita a Belarmino. Y si los doctores de la Iglesia no están de acuerdo unánimemente en una cuestión es que esta es opinable.

Al final parece que les cuesta mucho la idea de un Papa que sin perder su potestad, pueda equivocarse. Ese es el meollo de todo este asunto. Lo dicen con la boca pequeña, pero lo niegan con fuerza. Antes sedevacantistas que aceptar que el Papa pueda errar...

Por cierto, lo de Iraburu en este punto es por declaración del director: la linea editorial de Infocatolica.

Paulo, sj dijo...

"Se se fizer herético, o Papa não decairá ipso facto de sua dignidade, em razão da perda da fé" [Francisco Suárez].

Paulo, sj dijo...

A partir do momento em que o Papa éaceito pela Igreja já não é dado levantar dúvidas sobre um possível vício de eleição ou uma possível falta de qualquer condição necessária para a legitimidade.

Anxo Sampedro dijo...
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Anxo Sampedro dijo...

Enhorabuena por la lucidez y claridad de la entrada.

Anónimo dijo...

La interpretación estricta en el ámbito penal exige que los tipos pueden ser reducidos a la mínima extensión de su significado. Por ejemplo, el concepto de apóstata, hereje o cismático, a efectos de la censura del c. 1364, sólo será aplicable en la medida en que el sujeto realice una declaración de voluntad, doctrina o conocimiento atendible por terceros. El concepto de denuncia que se diseña en el c. 1390, debe ser entendida como denuncia formal, y no sólo como la manifestación de duda o de sospecha.

Anónimo dijo...

El hereje verdaderamente obstinado es el que a pesar de la prohibición de sus superiores persiste en sus errores con conocimiento de causa. Los mayores crímenes, cuando se cometen sin intención de alterar los dogmas no constituyen herejía.

Anónimo dijo...

En defensa de Iraburu, en rorate caeli había muchísimos comentarios de lectores acusando al Papa de ser iconoclasta (en el sentido de la herejía), algo de por sí incorrecto, ya que Francisco venera imágenes religiosas.

Anónimo dijo...

¿que bandera?

James Stuart dijo...
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Luis M. dijo...
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Luis M. dijo...
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Anónimo dijo...


Nos vamos a convertir en una caricatura de nosotros mismos, y en aquello que dicen que somos.

JCC

Redacción dijo...
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Anónimo dijo...

La aceptación pacífica por parte de la Iglesia universal elimina dudas sobre la legitimidad de un Papa. Francisco ha sido aceptado pacíficamente por la Iglesia, luego... Chicos, no le den más vueltas al tema.

Anónimo dijo...

Los herejes ocultos son miembros de la Iglesia pero imperfectos.

Esto enseña Tanquerey: Heretici occulti manent Ecclesiaae membra, licet arida et mortua.

Anónimo dijo...

Una de las cosas que prueban que los herejes ocultos están en la Iglesia es que pueden tener autoridad y jurisdiccion sobre los fieles. Los actos de jurisdiccion del hereje oculto no son nulos pues de otro modo la mayor parte de las cosas serian inciertas. El cuerpo humano tiene partes que viven y sienten hay otras que viven careciendo de sentimiento; en fin hay partes muertas privadas a un tiempo de sentimiento y de vida.

juan luis dijo...

Me sorprende el afán de demostrar que Bergoglio era heterodoxo. ¿Cuándo aceptaremos que, fuera ortodoxo o heterodoxo, al ser elegido Papa cuenta con la asistencia del Espíritu Santo para cumplir su misión? A un Papa no hay que juzgarlo por su pasado, sino por su actos como Papa, pues las gracias de las que dispone son otras. Si no, que se lo digan a Pío II o Pío IX.

No sé, pero a veces crea desasosiego esa falta de confianza en la acción de Dios para que el Papa sea su Vicario.

Fuera lo que fuera Bergoglio, ahora tenemos al Papa Fracisco.

Redacción dijo...

A todos:

Reiteramos lo dicho en el anterior comentario de la Redacción con algunas actualizaciones.

No es propósito de nuestra bitácora ingresar en las interminables y laberínticas peleas que mantienen entre sí los sedevacantistas. Una de esas peleas es la relativa a la Bula “Cum ex Apostolatus officio”. Pelea en la que surgen los errores habituales: 1. Divinizar el derecho eclesiástico, haciendo de sus determinaciones, y de la casuística autoral, preceptos divino-positivos; 2. Magisterializar el derecho eclesiástico; 3. Tener por vigente normas derogadas, por lo menos desde 1917; 4. No probar que la Bula de Paulo IV contiene enseñanza en materia de fe y costumbres, ya sea por definición solemne (lo que no se presume) o por enseñanza meramente auténtica (lo que tampoco se puede presumir en un documento de esta naturaleza). Entrar en estos temas supera el tiempo que tenemos para moderar la bitácora y no nos interesa. Quien esté interesado en estas discusiones sobre la Bula de Paulo IV, puede dirigirse al P. Ceriani en Radio Cristianda.
Se habla de la herejía-pecado oculta, no de la herejía-delito, como causal de incapacidad para ser electo Romano Pontífice. Y se pretende fundarla en una norma de derecho divino. Semejante hipótesis no tiene en consideración que la separación de la Iglesia por el pecado grave y la reconciliación con la Iglesia que la absolución sacramental otorga son distintas de la separación de la Iglesia que se opera por la excomunión y la reconciliación con la Iglesia que se obtiene mediante la absolución de esa excomunión. En caso de herejía-pecado, no delito, el pecador se reconcilia con la Iglesia mediante la absolución sacramental (o, en determinadas condiciones, por un acto de contrición perfecta), ya que este hereje pecador no es un excomulgado, ni necesita ser absuelto de excomunión alguna. Luego, el supuesto caso límite planteado, se disuelve en el misterio del fuero interno sacramental. ¿Si el pecador arrepintió minutos antes de ser elegido Papa la incapacidad dejó de existir? ¿Y si no lo hizo? Ordinariamente no hay modo de saberlo, pues se trata de pecados ocultos. En cualquier caso, el punto de partida es una opinión teológica que niega la pertenencia a la Iglesia de los herejes ocultos, opinión no compartida por numerosos teólogos como S. Roberto Bellarmino, cuya aplicación al caso tendría consecuencias absurdas respecto de la visibilidad de la Iglesia y las jurisdicciones de los papas.
Además, no se puede plantear la nulidad de un Cónclave por un error sobre cualidades personales dimanante de pecados ocultos que no son una situación permanente. Sólo queda la posibilidad que, una vez electo, el Papa perdiera el pontificado por efecto de sus actos como pontífice, lo que remite a las causales ya conocidas (muerte, renuncia, amencia, herejía, cisma, apostasía, etc.).
Como lo anterior nos parece muy claro y no tenemos tiempo para dedicar a bizantinismos sedevacantistas, hemos borrado algunos mensajes.

Redacción dijo...

Juan Luis,

Sin negar la asistencia del Espíritu Santo, creemos que a los papas se los puede criticar por su actos pontificios.

Los antecedentes del cardenal Bergoglio tienen aquí una importancia secundaria, salvo que hubieran tenido alguna relevancia a los efectos de la validez de la elección, cosa que hemos descartado.

Anónimo dijo...

¿y el irenismo de JP II? ¿es herejía?

Anónimo dijo...

Hay un audio del Padre Ceriani muy interesante sobre la Bula CEAO.

Anónimo dijo...

Juan Luis también tenía las gracias de estado por ser cardenal ¿y? ¿que pasó? pues si algo pasó no se notó....

Anónimo dijo...

anónimo de las 19:59 ¿entonces porque en las glorias de María una mujer protestante se condenó?

Juan Luis dijo...

"Juan Luis también tenía las gracias de estado por ser cardenal ¿y? ¿que pasó? pues si algo pasó no se notó...."

¿Me va a comparar las gracias de un cardenal con las del Papa?

Se podrá criticar los actos erróneos de cualquier Papa, pero echar mano de su trayectoria pasada para estar todo el tiempo esperando a que sea un hereje me parece como poco insano y casi morboso.

A parte, como cardenal hacía disparates, pero no creo que dijera herejías.

Martin Ellingham dijo...

Ciertamente el Papa cuenta con gracias y prerrogativas que a un cardenal no se le dan. Pero la insistencia unilateral y a veces ciega en la asistencia del Espíritu Santo a los papas no debe hacernos olvidar que gracia de estado no equivale a correspondencia automática. La gracia, por eminente que sea, no hace a los seres humanos máquinas fieles. En este equívoco se encuentra una de las fuentes de la "papolatría".

Tiene razón Juan Luis cuando apunta que que no se debe "echar mano de su trayectoria pasada para estar todo el tiempo esperando a que sea un hereje". Sería una forma de determinismo equivocada y poco saludable.

Saludos.

Juan Luis dijo...

Si tomamos el ejemplo de Pío IX, cuya trayectoria previa al papado era más preocupante que la de Bergoglio, vemos que, efectivamente, la gracia de estado no se producie automáticamente, como recuerda Martin Ellingham. Pero al ver como sus amigos lo echaban de Roma y no tenían freno en su afán de destrucción de la Iglesia, pasó a ser el más acérrimo defensor de la Tradición.

Supongo que es el ejemplo claro de que como el Espíritu Santo actuó providencialmente en su conciencia cuando Dios le permitió probar su propia medicina.

En otras ocasiones habrá sido o podrá ser mucho más sutil la acción de Dios en el Papa reinante.

Saludos.

Ludovicus dijo...

Ludovicus dijo

No sé si un Papa que dice "la Tradición soy yo", haya sido el "más acérrimo defensor de la Tradición". Más bien mostró autoritarismo antiliberal. De aquestos píos vinieron estos juanes y pablos, que hacen y deshacen liturgias y costumbres sin tomar como regla la Tradición.

Walter E. Kurtz dijo...

1) Habría que ver hasta qué punto las manifestaciones liberales y las amistades masónicas de Mastai Ferretti son más preocupantes que la participación de Bergoglio en ceremonias protestantes en las que fue bendecido o judías en las que implícitamente se niega a Cristo.

2) El Papa Pío IX hizo público arrepentimiento de su pasado en infinidad de veces. Del Papa Francisco aún estamos esperando.

Silvestre dijo...

El problema es que algunos esperan un tanto morbosamente que Francisco les corrobore sus sospechas. Lo que haya hecho el card. Bergoglio no es nuevo, en tanto Juan Pablo II ya Papa se dejó bendecir por chamanes y compartió oración con todo tipo de miembros de otras religiones. Hasta Benedicto rezó en una mezquita.

Me importa un comino que Francisco pida perdón por los errores que haya cometido. Que cumpla su misión como Papa dejándose llevar por Dios y ya está. No sé quiénes se creen algunos para estar apuntando con la mira a todas horas, siempre ocultando lo bueno que hace pero esperando impacientes que se equivoque, que haga algo que les demuestre que es un hereje.

A mi me están encantando las homilías y discursos del nuevo Papa. Sé que hará gestos raros, que se equivocará, pero no por eso deja de ser Papa, ni pasará a ser hereje. Considero que Juan Pablo II no dejó de ser Papa, a pesar de lo de Asís, y en cambio sus textos me parecen mucho menos interesantes.

Creo que es insano siendo católico tener la actitud que se está mostrando con Francisco. Si mete la pata, que se diga, pero otra cosa es crear la sospecha constante. Es muy diferente. la sospecha es cosa del Enemigo. Los papólatras siguen ciegamente al Papa por ser Papa, pero los ¿tradicionalistas? esperan un Papa igual de perfecto que los neocons. No admiten un Papa que no respire como ellos quieren. No admiten un Papa que se equivoce en lo que Dios no garantiza la asistencia de Su Espíritu. En definitiva, quieren su Papa, un ideal imaginario más que una posibilidad real. Eso es romanticismo.

Anónimo dijo...

Walter Kurtz lamentable lo suyo. De un ignorante se puede esperar esa opinión pero de usted.....es hiriente que se adhieran al mito que hicieron del supuesto liberalismo de Pío IX.

Anónimo dijo...

¿mas preocupante que la de Bergoglio, por favor...que les pasa a ustedes?

Anónimo dijo...

Martín no hace falta que sea un hereje con que no sea DÓCIL al Espíritu Santo es suficiente para hacer todos los desastres y cometer todos los desatinos habidos y por haber.

Anónimo dijo...

Morboso y mal pensado silvestre serás vos. Yo no espero que me corrobore nada solo sigo lo que indica Jesucristo, que estemos atentos a las señales de los tiempos. No quiero creer que ya los convenció a todos porque les tocó el corazoncito futbolero, no quisiera tener que comprarles baberos y pañales. Repugna ver en F y en ustedes como no advierten la estulticia corruptora del fútbol en la actualidad.

Anónimo dijo...

¿quién dijo la tradición soy yo?

Silvestre dijo...

Anónimo de las 14:56, algunos, no sé si usted, se refugian en éso de interpretar las señales de los tiempos para ver fantasmas hasta debajo de las piedras.

Si quiere, señáleme que ha dicho el nuevo Papa que sea condenable, digno de ser un precursor o esbirro del Anticristo. A ver qué carajo de señales ven algunos.

Al final, no hay mucha diferencia entre los fanáticos del Apocalipis y los de los extraterrestres y las casas encantadas.

Martin Ellingham dijo...

Es evidente que cada día que pasa estamos más cerca de la Parusía. En este sentido vivir en tensión escatológica es saludable.

Pero tengo para mí que los signos escatológicos deben tener intensidad suficiente para que pueda verlos cualquier católico de a pie. Si sólo podemos verlos un pequeño número de “iluminados” lectores de Castellani o de tal o cual revelación privada, me parece insuficiente y a veces puede resultar peligroso. La Revelación Pública es para todos los hombres e independiente de conjeturas hermenéuticas y apariciones.

Saludos.

Walter E Kurtz dijo...

Estimado anónimo,
Lamento si lo heri, no fue la intención, pero si usted tiene la gracia de ser una persona que aún guarda cierta cuota de ingenuidad tal vez no debería asomarse a esta bitácora.

El pasado liberal del beato Pío IX no es ningún mito, está debidamente corroborado. Pero esto no debería causarle pena alguna, al contrario. Recuerde que al primer Papa otros apóstoles le resistieron "en la cara".

Silvestre dijo...

Recuerde que al primer Papa otros apóstoles le resistieron "en la cara". (W. Kurtz)
........................

Ese es el problema, que algunos se creen San Pablo.

Anónimo dijo...

¿Martín sabe usted algo de eso que se comenta acerca del verichip que se va a implantar a los norteamericanos con la excusa del sistema de salud? porque hablan mucho en youtobe pero no asi en los noticieros.

Anónimo dijo...

Mucho mas ingenuo es creer a los medios plagiarios de hoy en día que afirman que Pio IX fue liberal.
y tener esa información como corroborada.

Walter E Kurtz dijo...

¿Medios plagiario, estimado anónimo?

Lea los hechos del 11 de febrero de 1848, ante quién y en qué contexto el beato Pío IX pronunció su famoso 'Non posso, non debbio, non voglio!' Estudie las reformas de la Curia y de los Estados Pontificios, la Constitución promulgada por ese Papa. Y luego regrese y diga si Pío IX no fue, en un comienzo liberal, moderado pero liberal.

ES más, estudie a Mastai, sus amistades, sus colaboradores, sus discursos, su actuación durante las revoluciones del '30.

LUego conversamos.

Anónimo dijo...

'Non posso, non debbio, non voglio

¿que es eso? ¿una canzoneta?

Anónimo dijo...

Insisto Herr Balter, ingenuo no liberal. Sé porque se lo digo.